Aunque he visto otro hilo en el que se critica la excesiva burocratización en la enseñanza, no he encontrado uno específico que haga referencia a desconexión digital en el ámbito de la enseñanza. De ahí que me haya animado a abrir un nuevo hilo en el que contaré algunas consideraciones.
En Francia rige desde enero de 2017 una
ley de desconexión laboral que por aquel entonces fue pionera. En el caso de España, y esto es algo que desconocía, también aparece recogido dicho derecho en el
Real Decreto-ley 28/2020, de 22 de septiembre, aunque, por lo que veo, afecta a quienes ejercen el teletrabajo.
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Artículo 18. Derecho a la desconexión digital.
Las personas que trabajan a distancia, particularmente en teletrabajo, tienen derecho a la desconexión digital fuera de su horario de trabajo en los términos establecidos en el artículo 88 de la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre.
El deber empresarial de garantizar la desconexión conlleva una limitación del uso de los medios tecnológicos de comunicación empresarial y de trabajo durante los periodos de descanso, así como el respeto a la duración máxima de la jornada y a cualesquiera límites y precauciones en materia de jornada que dispongan la normativa legal o convencional aplicables.
La empresa, previa audiencia de la representación legal de las personas trabajadoras, elaborará una política interna dirigida a personas trabajadoras, incluidas los que ocupen puestos directivos, en la que definirán las modalidades de ejercicio del derecho a la desconexión y las acciones de formación y de sensibilización del personal sobre un uso razonable de las herramientas tecnológicas que evite el riesgo de fatiga informática. En particular, se preservará el derecho a la desconexión digital en los supuestos de realización total o parcial del trabajo a distancia, así como en el domicilio de la persona empleada vinculado al uso con fines laborales de herramientas tecnológicas.
Los convenios o acuerdos colectivos de trabajo podrán establecer los medios y medidas adecuadas para garantizar el ejercicio efectivo del derecho a la desconexión en el trabajo a distancia y la organización adecuada de la jornada de forma que sea compatible con la garantía de tiempos de descanso.
Por otro lado, he encontrado en Internet esta definición de
'Burn out' o
'síndrome del trabajador quemado':
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El estrés laboral no es un asunto nada nuevo. No obstante, la creciente digitalización y la hiperconectividad acrecentada por el teletrabajo han provocado, según disversos estudios, un aumento de ansiedad y situaciones de estrés ante la dificultad para desconectar.
Ya años atrás, la llegada de servicios de mensajería como WhatsApp puso a tiro de muchos empleadores la posibilidad de contactar con los empleados en cuestión de segundos, lo que impactó en las agendas y en las metodologías laborales de diferentes empresas para organizarse y estar alerta ante improvistos de última hora. Esta es una de las causas por las que la propia aplicación cuenta con la opción de silenciar grupos. Aunque la verdadera capacidad de desconectar depende finalmente de cada uno, una regulación de este tipo deja clara la necesidad desde el Ejecutivo que tiene garantizar la salud mental de las personas y amparar la desconexión laboral que el trabajo no se mezcle con su vida personal y familiar.
El motivo de mi mensaje es el de reivindicar el derecho a la desconexión digital en el ámbito de la docencia. Es un tema, a mi juicio, complejo debido a las características de nuestra profesión.
Realmente nunca se produce una desconexión "total" con nuestro trabajo en el momento que, por ejemplo, nos llevamos exámenes para corregir en casa o preparamos las clases del día siguiente. Pero durante estos años he ido apreciando que ciertos padres tienen la idea de que los profesores estamos disponibles las 24 horas del día y que, por lo tanto, podemos responder mensajes enviados a Séneca en cualquier momento del día.
Creo que muchos docentes hemos cometido el error (yo el primero) de escribir o contestar a las familias (o a nuestros propios alumnos) en nuestro horario de descanso. Esto ha creado la falsa idea de que tenemos la "obligación" de estar conectados a Séneca en cualquier momento del día. Es decir, en cierta forma nosotros mismos, con nuestras actuaciones puntuales, hemos alimentado a este "monstruo".
En un principio no le daba excesiva importancia a esta cuestión, pero dos hechos puntuales me abrieron los ojos. Por un lado, durante el confinamiento un padre recriminó a una compañera por no haber contestado con la suficiente celeridad a un mensaje enviado...¡el sábado por la noche!. Por otro, un padre me confirmó la asistencia a una tutoría (que llevaba puesta desde hace días) el último día a las diez de la noche.
Por ello, creo que deberíamos reivindicar nuestro derecho a la desconexión digital. Es importante que, en la reunión de principio de curso con las familias, los tutores hagan saber que, a ser posible, los mensajes de Séneca se envíen dentro de nuestro horario laboral y que sean conscientes de que un mensaje enviado a las 7 de la tarde no tiene por qué ser contestado al momento. El mismo toque de atención tendríamos que dar a ciertos equipos directivos y, sobre todo, a los tutores que piden información de sus alumnos de un día para otro.
En mi mensaje me he centrado especialmente en Séneca, pero tres cuartos de lo mismo se podría decir en el caso de los grupos de Whatsapp de los departamentos y ciertas prácticas abusivas que se llevan a cabo y de las que quizás no somos conscientes.
Saludos.
Te recomiendo algunas cosas que podrías hacer y que a mí me están funcionando:
- No instales la aplicación séneca en tu teléfono personal. Así no te llegarán mensajes a horas inadecuadas. Si quieres tenerlo instalado por lo que sea, desactiva todas las notificaciones. Yo lo miro en el ordenador cuando puedo dedicarle el tiempo que se merece, cuando paso faltas en clase o cuando mi horario me lo indica (por tareas administrativas).
- No instales la cuenta de google corporativa en el tu teléfono personal. Lo mismo de antes, lo miro en el ordenador.
- No estar en grupos de whatsapp o telegram o similiares en los que se traten temas de trabajo. Casi todos estos temas se pueden abordar en otro momento mejor o en reuniones de dpto. o en charlas de pasillo. Si es urgente te pueden llamar por teléfono directamente.
- Si algún padre te insiste mucho o te recrimina tu tardanza cuando respondas puedes obviar el tema o empezar con una educada referencia a porqué has tardado en contestar.
Yo por defecto, a no ser que sea algo verdaderamente urgente o me pille en ese momento trabajando, tardo en contestar al menos un par de días. Si contesto en horarios que no son los lectivos suelo programar la respuesta para que se envíe cuando yo creo que debe enviarse. Esto ya puede hacerse tanto en los correos de google como en séneca.
Creo que aplicar el sentido común es lo mejor y estas medidas a mí me van bien para desconectar o conectar cuando yo creo que debo hacerlo fuera de mi horario lectivo y me permiten no desatender mis obligaciones y estar disponible en horario lectivo.
corazonpan ¡ ¡ F E L I Z 2 0 2 2 ! ! corazonpan
Como Ha comentado el compañero, en realidad hemos sido nosotros los que nos hemos acostumbrado a ese uso.
Yo lo llamoa a esto, falta de educación digital.
No por culpa de nadie, sino porque siempre el tema digital va muy por delante de la educación en su uso y siempre nos termina engullendo.
Para esto, lo que hay que hacer es comunicarse, única y exclusivamente en nuestros horarios.
En realidad no es difícil de hacer. Y si alguien te dice algo, compañero o familia, se le dice que yo solo trabajo en mi horario. No hay que dar más explicaciones.
Saludos
Seré breve:
-Tienes un horario laboral. Cumple con él, y fuera de él, nada.
- No instales nada relacionado con el trabajo en tu móvil, que es un aparato personal, no laboral.
Saludos.
La desconexión digital es fácil de conseguir: no hacer nada de trabajo fuera del horario de trabajo. Y punto.
Aunque, es cierto, que muchos estamos "enganchados" a los aparatos. Yo el primero.
Estoy de acuerdo con todo lo comentado en este hilo, y si si siguieran los consejos aportados todo sería mucho mejor. Pero si un tutor/a, por ejemplo, solo hace cosas relacionadas con la tutoría en las horas marcadas en el horario de trabajo no saldría nada adelante. Aunque te propongas no hacer nada por la tarde, siempre terminas haciendo cosas en huecos, ratitos, recreos, haciendo tutorías fuera del día marcado, etc... Se hace complicado.
Me gustaría hacer un par de consideraciones sobre este tema.
La primera es que ningún padre o madre es nuestro jefe y si tiene alguna opinión sobre nuestro trabajo es solo eso, su opinión particular, que tiene la misma importancia que la opinión que nosotros podamos tener sobre su labor como padre o madre de nuestro alumnado.
Es normal que ellos nos escriban por la tarde o noche, dado que es cuando la gran mayoría tiene tiempo libre.
Dicho esto, hay algo que aquí no se ha mencionado, y es que nuestra jornada de trabajo semanal es, como todos los funcionarios andaluces, de 35 horas, de las cuales 25 son de trabajo en el centro educativo, y 10 son de trabajo en casa, lo que da una media de 2 horas diarias de lunes a viernes.
Saludos.
Cita de: respublica en 08 Enero, 2022, 14:19:36 PM
Me gustaría hacer un par de consideraciones sobre este tema.
La primera es que ningún padre o madre es nuestro jefe y si tiene alguna opinión sobre nuestro trabajo es solo eso, su opinión particular, que tiene la misma importancia que la opinión que nosotros podamos tener sobre su labor como padre o madre de nuestro alumnado.
Es normal que ellos nos escriban por la tarde o noche, dado que es cuando la gran mayoría tiene tiempo libre.
Dicho esto, hay algo que aquí no se ha mencionado, y es que nuestra jornada de trabajo semanal es, como todos los funcionarios andaluces, de 35 horas, de las cuales 25 son de trabajo en el centro educativo, y 10 son de trabajo en casa, lo que da una media de 2 horas diarias de lunes a viernes.
Saludos.
2 horas y media que entre corregir exámenes/actividades evaluables, preparar clases, actividades y o fichas de trabajo (en mi caso bilingües), hacer adaptaciones, material de refuerzo/ampliación, gestionar a los alumnos con materias pendientes, las sesiones de juntas de evaluación, claustros y cursos de formación se acaban convirtiendo en muchas más.
Cita de: respublica en 08 Enero, 2022, 14:19:36 PM
Dicho esto, hay algo que aquí no se ha mencionado, y es que nuestra jornada de trabajo semanal es, como todos los funcionarios andaluces, de 35 horas, de las cuales 25 son de trabajo en el centro educativo, y 10 son de trabajo en casa, lo que da una media de 2 horas diarias de lunes a viernes.
35 horas semanales son de 8 a 3 diarias. Findes libres.
Tuve un compañero que lo llevaba a rajatabla. Era el primero en llegar y el último en irse, pero hacía todo allí.
Eso si, totalmente eficiente. No enredaba e iba al grano. Paraba para tomar café (por cierto, algo que me parece que no tenemos derecho si no superamos las 6 horas de trabajo continuo, cosa que el superaba)
Ah, y regalaba las horas de claustros, que tampoco son tantas al cabo del año. Pero del resto, ni una más.
Cita de: respublica en 08 Enero, 2022, 14:19:36 PMDicho esto, hay algo que aquí no se ha mencionado, y es que nuestra jornada de trabajo semanal es, como todos los funcionarios andaluces, de 35 horas, de las cuales 25 son de trabajo en el centro educativo, y 10 son de trabajo en casa, lo que da una media de 2 horas diarias de lunes a viernes.
Son 25 horas de obligada permanencia y horario regular, 5 de horario irregular (claustros, evaluaciones, etc. la mayoría también en el centro de trabajo aunque no necesariamente como es el caso de los cursos de formación) y otras 5 horas de trabajo en casa.
El derecho a la desconexión lo tenemos y, como derecho que es, lo puede ejercer el que quiera. La manera de ejercerlo es, tal y como han apuntado, no haciendo nada que tenga que ver con el trabajo fuera del horario laboral.
Para mí la clave está en marcar uno mismo su jornada laboral fuera del centro. Todos tenemos que dedicar una hora de trabajo diaria en casa de lunes a viernes. Es lo que marca nuestro horario de trabajo. Si se es tutor y se está haciendo por medio del teletrabajo las tareas que pueden ser hechas de ese modo, hay que sumar ese tiempo a lo que digo. Somos dueños de organizar ese trabajo como queramos y podemos dedicar una tarde tres horas a ciertas tareas y otra tarde dos horas, por ejemplo. Fuera de ese diseño personal que cada uno se hace, está en su perfecto derecho a no hacer nada más. Si el caso es que no da tiempo a hacer todo lo que hay que hacer en esas horas, tampoco hay motivo para ampliar el tiempo de dedicación porque no tenemos obligación de ello.
Es muy necesario marcar claramente el tiempo de trabajo, ser eficiente durante el mismo, y aprender a priorizar las tareas. Uno se da cuenta de que no se puede hacer todo lo que dicen que hay que hacer en las 35 horas de trabajo semanales. ¿Solución? Dejar sin hacer lo que se considere menos importante o, en caso de que desde la directiva se den otras directrices, dejar de hacer otras tareas que no dé tiempo.