Pues os cuento... viendo la tele ha salido un abogado hablando diciendo que el empleador tiene que dar al empleado todo lo necesario para llevar a cabo su trabajo con garantías de salud.
En mi centro el año pasado nos daban 5 mascarillas al mes (guauuuuuuuuu).
Y este año de momento solo he recibido 10.
No sé cómo será la cosa por otros colegios o si hay algún protocolo establecido o cada centro lo lleva como quiere...
Pero lo que sí me parece una barbaridad es que nos tengan a los maestros en las condiciones que nos tienen... pasando frío (he tenido que buscarme piedras para que no me salgan volando los papeles de la mesa), sin darnos todo el material de protección que necesitamos... etc, etc...
Y todo esto teniendo en cuenta que estamos trabajando con toda la población que todavía NO ESTÁ VACUNADA... teniendo en cuenta también que las mascarillas las llevan como las llevan (mal puestas, llenas de mocos, sin poner, la misma todos los días...)
En fin... que pasaría si los médicos se tuvieran que comprar las mascarillas para ir a trabajar? Ardería Troya? Pero nosotros no... nosotros somos y seguiremos siendo el colectivo más sumiso y aborregado que hay.
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Una maestra indignada.
El abogado conoce la ley de prevención de riesgos laborales, muchos trabajadores no. El empleador sabe que suministrar EPI´S a sus trabajadores (el alumnado en edad de escolarización obligatoria también lo es) es caro, recurre al aborregamiento y le sigue saliendo bien. Otro capítulo más... y los que seguirán por los siglos de los siglos, igual que un altísimo porcentaje de mascarillas.
Algunos llevamos años diciéndolo por todos los rincones... Pero este gremio no se entera de que somos trabajadores y que la empresa tiene obligaciones.
Este año me preguntó una jefa de estudios, con todo el convencimiento del mundo, que si no se cumplía la ley de prevención de riesgos laborales qué hacíamos, ¿dejar los chavales sin clases? Alguien la ha convencido de que el derecho de los estudiantes a recibir sus clases está por encima de la salud de los trabajadores y de los propios estudiantes. Sé que es trabajo de la inspección ese aborregamiento, pero no hay ni un puto sindicato que haga lo que debe y lleve ante los tribunales a los inspectores que van con esas consignas a los centros de trabajo y coaccionan a las directivas. Tampoco llevan a los tribunales a los directores que, siguiendo esas directrices, hacen de correa de transmisión.